La sensación de piernas y tobillos hinchados, manos más pesadas de lo habitual e hinchazón general, puede tener un culpable común: la retención de líquidos. Un problema muy frecuente, sobre todo entre mujeres, y que no solo resulta molesto, sino que puede afectar a nuestro bienestar y autoestima.
Entender cómo evitar la retención de líquidos pasa por conocer sus causas y adoptar hábitos que ayuden al cuerpo a eliminar el exceso de agua de forma natural.
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Qué es la retención de líquidos y por qué ocurre
La retención de líquidos (o edema) se produce cuando el organismo acumula más agua de la que elimina. Esto puede deberse a múltiples factores: desde el calor o el sedentarismo, hasta cambios hormonales, una dieta desequilibrada o ciertos medicamentos.
En el caso de las mujeres, las hormonas tienen mucho que ver. El ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia pueden alterar el equilibrio de líquidos y provocar hinchazón temporal. Además, pasar muchas horas de pie o sentada también influye, ya que dificulta la circulación y el retorno venoso.
Cómo saber si sufres retención de líquidos
A veces, los síntomas son tan sutiles que pasan desapercibidos. Si notas hinchazón en tobillos, piernas o abdomen, una sensación de pesadez constante o marcas visibles en la piel al presionar una zona, es probable que estés reteniendo líquidos.
También es habitual sentirse más cansada o notar que la ropa aprieta más de lo habitual, incluso sin haber cambiado la dieta.
Claves para evitar la retención de líquidos
Aprender cómo evitar la retención de líquidos no implica hacer grandes sacrificios, sino adoptar pequeños gestos diarios que favorezcan la circulación y el drenaje natural del cuerpo.
Uno de los más importantes es mantenerte activa. El movimiento es la mejor herramienta para activar la circulación y evitar que el líquido se acumule en las extremidades. Caminar, nadar o practicar yoga son actividades muy recomendables.
También conviene elevar las piernas unos minutos al día para mejorar el retorno venoso y reducir la hinchazón.
Otro aspecto esencial es cuidar la alimentación. Reduce el consumo de sal y ultraprocesados, ya que el sodio es el principal responsable de que el cuerpo retenga agua. En su lugar, apuesta por alimentos ricos en potasio como el plátano, el aguacate o las espinacas, que ayudan a equilibrar los niveles de líquidos.
Además, hidratarte correctamente es clave. Aunque pueda parecer contradictorio, beber suficiente agua estimula al organismo a eliminar el exceso de líquidos. Si no le das lo que necesita, tenderá a retener lo poco que tiene.
Alimentos que ayudan a eliminar líquidos de forma natural
Algunos alimentos son verdaderos aliados contra la retención de líquidos. Las frutas y verduras con alto contenido en agua, como la sandía, el pepino o la piña, favorecen la diuresis y ayudan al cuerpo a depurarse de manera natural.
También destacan las infusiones con efecto drenante, como la cola de caballo, el té verde o el diente de león, que pueden incorporarse fácilmente en la rutina diaria. No sustituyen al agua, pero son un buen complemento para potenciar el efecto depurativo.
El papel del descanso y el estrés
A menudo se pasa por alto, pero el estrés y la falta de sueño también influyen en la retención de líquidos. Cuando los niveles de cortisol (la hormona del estrés) aumentan, el cuerpo tiende a retener sodio y agua.
Dormir entre siete y ocho horas diarias y practicar técnicas de relajación, como la respiración consciente o la meditación, puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes por dentro y por fuera.
Cuándo consultar a un especialista
Si la retención de líquidos es persistente, afecta a varias zonas del cuerpo o va acompañada de otros síntomas (como dolor o dificultad para moverse), es importante consultar con un médico. En algunos casos, puede estar relacionada con problemas circulatorios, hormonales o renales que necesitan tratamiento específico.
Conclusión: equilibrio, movimiento y buenos hábitos
Evitar la retención de líquidos no se trata solo de verse menos hinchada, sino de sentirse más ligera y saludable. Recuerda mantener una alimentación equilibrada, moverte con frecuencia, hidratarte y descansar bien, pues estos son los pilares de un cuerpo en armonía.
Con pequeños cambios y constancia, notarás cómo mejora la circulación, desaparece la sensación de pesadez y recuperas esa energía que a veces se pierde cuando nuestro cuerpo no va como debería.




