El corte lob es esa versión larga del clásico bob, que llega justo por encima o a la altura de los hombros, y que se ha convertido en el corte comodín de muchas mujeres, ya que suma elegancia, modernidad y comodidad.
Aquí van cinco motivos para dar el paso y decirle sí al cambio que estás buscando.
Aporta frescura a la par que sofisticación
El lob equilibra lo juvenil y lo elegante, no es un corte radical, pero sí moderno. Al caer a la altura ideal, enmarca el rostro y atenúa los rasgos que más te preocupan sin borrar tu personalidad. Por ejemplo, en mujeres de 60, el resultado suele ser una apariencia renovada y natural que respeta la madurez del rostro.
Puedes pedirle a tu peluquero una línea ligeramente desfilada en las puntas para evitar el efecto “bloque” y añade una mínima asimetría o capas suaves si quieres movimiento.
Disimula la pérdida de densidad y da sensación de más volumen
Muchas mujeres notan que el pelo pierde cuerpo con los años. El lob, por su longitud intermedia, es perfecto para trabajar con la densidad que tienes: ni demasiado corto que marque la falta de cabello, ni demasiado largo que lo deje apelmazado.
Si este es tu caso, pide capas estratégicas. Un corte por encima del hombro, ligeramente texturizado, amplifica el volumen sin necesidad de peinados complejos.
Es cómodo y fácil de peinar
Una de las grandes ventajas del lob es la practicidad. Se seca rápido, admite peinados express y funciona igual de bien con cabello liso, ondulado o con ondas suaves.
Puedes aplicar una espuma ligera de volumen en raíces y secar con secador inclinando la cabeza hacia abajo para dar más cuerpo. Para las ondas, usa una tenacilla gruesa y repasa con los dedos para un acabado natural.
Actualiza tu look sin renunciar a la versatilidad del largo
El lob permite recogidos bajos, coletas suaves, medio recogido y peinados con diademas o pañuelos, que son opciones perfectas para el día a día y para ocasiones especiales. Además, favorece portar gafas o pendientes grandes porque deja el cuello y el escote con un marco elegante.
Combina de maravilla con cualquier tono, incluidas canas y coloraciones discretas
El lob es un lienzo ideal para trabajar cualquier tono, pero especialmente los que suman luminosidad, como mechas sutiles, babylights o reflejos cálidos, que aportan profundidad y movimiento sin necesidad de cambios drásticos. En mujeres de 60, unas mechas bien colocadas consiguen un efecto de aclarado natural que rejuvenece sin artificio.
Recomendación de color: opta por tonos que “iluminen” el rostro (cálidos suaves si tu piel lo permite) y evita decoloraciones agresivas. Las técnicas respetuosas con la fibra y con mantenimiento moderado (low maintenance) son la mejor elección.
¿Te gustaría un lob con flequillo? Cómo decidir cuál te favorece más
Un flequillo suave y lateral puede suavizar arrugas de expresión y añadir un marco que rejuvenece, pero exige mantenimiento. Si prefieres poca dedicación, opta por un flequillo abierto y desfilado que se integre con el resto del lob sin necesidad de recortarlo constantemente.
En definitiva… si buscas un cambio que te haga sentir actual y te aporte comodidad sin perder tu identidad, ¡el lob te va a encantar!





