Hay días en los que conseguir fijar la base de maquillaje y que la piel quede luminosa, flexible e hidratada, parece misión imposible. Especialmente parece recién hidratado. El desafío aparece cuando se tiene la piel seca o deshidratada, ya que cualquier base parece marcar líneas, quedarse apagada o acumularse en ciertas zonas.
La buena noticia es que los maquilladores llevan años utilizando técnicas que consiguen que la base dure, se fije y, aun así, mantenga ese brillo ‘saludable ‘glow’ que nos encanta.
La mezcla ganadora: base + fijador (desde el minuto uno)
Aunque solemos ver el spray fijador como el último paso del maquillaje, muchos profesionales lo utilizan mucho antes.
La técnica consiste en humedecer la esponja con fijador antes de aplicar la base. Este gesto hace dos cosas al mismo tiempo:
- Facilita que la base se funda con la piel de forma natural.
- Aporta jugosidad mientras fija el acabado.
El resultado es una piel mucho más flexible, luminosa y con sensación de hidratación, incluso si usas una base de acabado mate. Además, al no arrastrar producto como puede ocurrir con una brocha, la cobertura queda más uniforme y con efecto segunda piel.
Elegir la base adecuada lo es todo
No todas las bases se llevan bien con la piel seca, y los maquilladores lo saben. Para conseguir ese acabado radiante sin perder duración, suelen elegir fórmulas:
- Modulables, que permiten trabajar por capas.
- Con activos hidratantes como niacinamida, ácido hialurónico o glicerina.
- Con textura fluida o cremosa, que se integre fácilmente.
Las bases excesivamente mates pueden funcionar, pero solo si se aplican con esponja humedecida y se acompañan de productos que aporten frescor.
Esta técnica también potencia bases de gran duración o fórmulas de cobertura alta que pueden resultar pesadas si se ponen directamente sobre la piel seca.
Preparar la piel como si fuera un lienzo
Aquí viene uno de los pasos que más marca la diferencia para fijar la base de maquillaje y que la piel quede hidratada: no esperar a que la base haga milagros sola. Para que el acabado se vea jugoso, la piel necesita un buen punto de partida:
- Una una crema hidratante ligera pero nutritiva.
- Un suero con ácido hialurónico para rellenar.
- Un primer luminoso si buscas un extra de glow.
Los maquilladores profesionales siempre trabajan sobre una piel “rellenita” de hidratación, no sobre una piel seca con parches. Eso evita que la base se acumule o marque líneas de expresión.
La técnica del “sandwich” de hidratación y fijador
Uno de los secretos más usados detrás de cámaras consiste en sellar por capas muy finas. Esta técnica crea un equilibrio entre fijación y jugosidad:
- Serum hidratante.
- Crema.
- Toques de spray fijador.
- Base aplicada con esponja mojada en fijador.
- Spray final para sellar sin apelmazar.
Al trabajar de esta forma, la piel mantiene una película hidratante que impide que el maquillaje se cuartee, a la vez que cada capa se fija suavemente sin restarle flexibilidad.
Polvos sí, pero no en todo el rostro
Las pieles secas no se llevan bien con los polvos matificantes por todo el rostro, pero los maquilladores no renuncian a ellos.
¿Su truco?
- Aplicarlos únicamente en zona T, alrededor de las aletas de la nariz y en la comisura de los labios.
- Elegir polvos muy finos y luminosos, que no resten glow.
Esto permite fijar sin matar el brillo natural que queremos mantener.
El toque final que transforma el acabado
Una vez terminado el maquillaje, muchos maquilladores recomiendan presionar suavemente la piel con las manos limpias y calientes.
Este pequeño gesto:
- Derrite ligeramente los productos.
- Aporta un efecto más natural.
- Elimina cualquier rastro de empolvado.
Se consigue una textura más cremosa, uniforme y con ese acabado jugoso que parece propio, no construido.
¿Y si la piel es muy seca?
En estos casos, la clave es combinar la base+fijador con un paso extra:
una gota de aceite facial, mezclada en la base o aplicada antes, solo en zonas secas.
Esto no resta duración porque el fijador sigue haciendo su papel, pero la piel gana elasticidad y luz.
La conclusión de los profesionales
Para que el maquillaje dure y la piel se vea jugosa, no hace falta renunciar a nada: ni a la cobertura, ni al glow, ni a la comodidad. La clave está en cómo aplicas los productos, en la cantidad justa y en la preparación adecuada de la piel.
Con estos trucos de maquilladores para fijar la base de maquillaje y que quede hidratada, incluso las pieles más secas pueden lucir un acabado fresco, luminoso y perfectamente fijado durante horas. ¿Lista para probarlo?





