Las arrugas de expresión aparecen antes de lo que nos gustaría… pero no simplemente por el paso del tiempo, sino también por gestos repetidos, estrés facial y falta de tono en los músculos del rostro. La buena noticia es que, igual que entrenas tu cuerpo, también puedes entrenar tu cara. Además, con estos ejercicios faciales, cuando se hacen bien y con constancia, puedes mejorar la firmeza del rostro, suavizar y revitalizar tu expresión.
¿Qué es la flacidez? Causas y prevención
¿Por qué funcionan los ejercicios faciales?
La mayoría de las personas no es consciente de cuánta tensión acumula en la mandíbula, el entrecejo o el contorno de los ojos. Por eso, al liberar esa tensión y fortalecer los músculos profundos, se mejora la circulación, aumenta la oxigenación y el rostro recupera parte de su soporte natural.
Ejercicio 1: “El elevador de pómulos”
Para dar un aspecto más firme y luminoso a la zona media del rostro, trabaja los pómulos de forma suave.
Empieza sonriendo ligeramente (sin forzar), coloca las yemas de los dedos sobre la parte alta de los pómulos y realiza un pequeño movimiento hacia arriba mientras intentas mantener la sonrisa. Mantén la postura cinco segundos y repite varias veces. Notarás cómo la zona se activa sin generar tensión innecesaria.
Ejercicio 2: Suavizar líneas del entrecejo
El entrecejo es uno de los puntos donde antes se marcan las líneas. Este gesto ayuda a “reeducar” la zona.
Coloca los dedos índice en las cejas, aplica un poco de presión hacia fuera y, al mismo tiempo, intenta fruncir el ceño sin llegar a hacerlo por completo. La idea es crear una resistencia suave, no gesticular en exceso. Repite unas 10 veces.
Ejercicio 3: Contorno de ojos más despierto
Para minimizar la apariencia de las líneas de pata de gallo, necesitas activar y relajar la zona con delicadeza.
Con los ojos entrecerrados, mantén la mirada fija al frente mientras elevas ligeramente los párpados inferiores (como si quisieras “mirar” con ellos). Mantén dos segundos, relaja y repite. Hazlo sin forzar y siempre con la piel hidratada.
Ejercicio 4: Mandíbula definida sin tensión
Afilar la zona mandibular también ayuda a que el rostro se vea más firme y juvenil.
Coloca la lengua en el paladar y presiona suavemente mientras alargas el cuello hacia arriba. Mantén la postura unos segundos. Sentirás cómo se activan músculos que normalmente no entrenas.
Ejercicio 5: Tonificar el cuello para un efecto lifting
El cuello es un gran olvidado, pero influye muchísimo en la apariencia global del rostro.
Inclina la cabeza ligeramente hacia atrás y pronuncia exageradamente la letra “O”. Mantén cinco segundos. Este gesto activa el músculo platisma, clave para evitar el aspecto flácido en la zona inferior de la cara.
Algunos consejos extra para que estos ejercicios realmente funcionen
Los resultados dependen de la constancia, la técnica y algunos hábitos complementarios.
Evita realizarlos con el rostro deshidratado; una buena hidratante o aceite facial evita fricción y rojeces. Hazlos siempre suavemente, sin provocar líneas nuevas por gesticulación excesiva. Y combínalos con una rutina de cuidado eficaz: protector solar diario, ingredientes que mejoren la elasticidad como péptidos, y movimientos de masaje que favorezcan la circulación.
Gestos pequeños, pero con un gran impacto
Los ejercicios faciales son un aliado real para quienes quieren retrasar las arrugas de expresión sin tratamientos invasivos. No requieren mucho tiempo, no duelen y se adaptan a cualquier rutina. Si practicas unos minutos al día, tu rostro ganará tono, frescura y una expresión más relajada… y eso, a la larga, es lo que marca la diferencia. ¿Te animas?
